La Revista Cultural Arcadia entrevista a Juan Ibáñez, director del corto. Les estamos muy agradecidos por el interés que han mostrado por nuestro trabajo.
“El guión surge de la propia narrativa del cuadro y de esa pregunta que nos hacemos y que queda sin desvelar. Las escenas del cuadro nos hablan de una realidad expresada mediante metáforas, y esas dirigen el texto. Podemos hablar del nacimiento y la infancia como un estadio primitivo en el que la vida transcurre de una forma muy natural, sin intervenciones morales ni éticas en el sentido moderno de acción y reflexión. Cuando pasamos a la etapa intermedia de la adolescencia y la juventud todo se vuelve más salvaje; los sentidos florecen, se ansía la libertad y la ingenuidad nos hace atrevidos. La madurez y posteriormente la ancianidad llevan a cuestionar lo que antes fue incuestionable; a vivir bajo el peso de las convenciones; a aceptar a duras penas que somos mortales y que cada vez estamos más cerca del final. Ahí radica el infierno”.